Límites Respetuosos
- Publicado por Creyendo en la infancia
- Categoría varios
- Fecha 16 diciembre, 2020
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¿Cómo poner límites respetuosos coscientes?
Uno de los grandes prejuicios que se oyen sobre la Pedagogía Montessori es que no hay limites, que los niños hacen lo que quieren, pero esto dista mucho de la realidad.
Cuando te formas en esta filosofía de vida entiendes que los límites son necesarios para la vida y además dan tranquilidad a los niños y se sienten muy seguros.
Los límites deben de ayudar al niño a crecer, a fomentar el aprendizaje, su desarrollo, su independencia y por supuesto su autonomía. Pensemos si el límite que ponemos cumple esas cosas.
Uno de los grandes errores que cometemos los adultos es poner límites basándonos en buscar nuestra comodidad no lo que realmente necesita el niño, venimos cansados del trabajo y queremos que estén quietos, queremos hacer la comida y no escuchamos lo que quieren decirnos y les mandamos callar, muchas veces ejercemos la autoridad sin pensar lo realmente necesario para el niño.
A la hora de transmitir los límites debemos de ser muy claros, dar pocas ordenes y dejarles claro lo que esperamos de ellos.
A veces, los adultos decimos muchas veces al día la palabra “no” y cuando esto pasa pierde ese poder. Por ello es mejor salvaguardar esta palabra y sólo utilizarla cuando realmente se necesita. Se puede sustituir por otras que tengan menos impacto o simplemente cambiar la forma de decirlo por frases positivas, por ejemplo: en vez de decir “no corras en casa” podemos decir “en casa andamos”.
Los límites deben de ser temporales y se van adaptando a la edad y circunstancias de cada niño.
Cuando aprendes a observar sin juzgar al niño, algo muy complicado pero no imposible, puedes aprender a prevenir conflictos.
Cuando surge la disciplina dentro de un Ambiente Montessori, realmente es porque el adulto ha sabido responder a los intereses de los más pequeños y porque han tenido la gran suerte de la libre elección.
Como tantas veces os aconsejamos, es algo mágico creer en la infancia y poner los límites necesarios desde el cariño y el respeto, reflexionemos sobre ello y seamos conscientes de que la infancia de los niños pasa y somos responsables de su crecimiento.