Principios de la pedagogía científica
- Publicado por Creyendo en la infancia
- Categoría Metodología Montessori
- Fecha 23 octubre, 2020
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Pedagogía Científica
María Montessori descubrió la “receta” para poder llegar al niño y responder a sus necesidades realmente.
Nos dejó el legado de una serie de pautas que son los Principios de la Pedagogía Científica, los cuales son las claves para conseguir llegar realmente a lo que necesita el niño y conseguir aprendizajes significativos.
Voy a dividir este artículo en dos partes ya que son muchos entonces aquí trataremos la primera parte y en el siguiente artículo veremos los siguientes:
Actividad con propósito para el niño, que vea que consigue algo que es significativo para él, que le llame la atención y le mueva a descubrir el material que tiene en las manos.
Capacidad de libre elección, dejar al niño elegir qué es lo que necesita aprender, pero siempre y cuando dentro de una LIBERTAD DIRIGIDA, es decir cualquier material que cojan de nuestro ambiente tiene una razón, unos objetivos que nosotras queremos que consigan.
Repetición del ejercicio: es la capacidad que les damos a los niños de repetir las veces que necesiten los ejercicios, con esto conseguiremos que mejoren sus movimientos, su coordinación, sus habilidades.
Dar la dignidad que se merece al niño, respetarle sin juzgarle, sin hablar mal de ellos, sin ridiculizarles… Tratarles como personas que son.
Vamos a descubrir lo que nos quedan:
1.Satisfacción interna (no premios/castigos), evitar destruir la motivación interna de los niños. Cuando la conexión que establece el niño con el adulto es a base de gratificaciones, de premios, de recompensas, de “muy bien”, de “genial”… El niño deja de buscar en sí mismo, en su poder por conseguir las cosas por él mismo… Y busca esa atención del adulto.
Comienza a no saber tomar decisiones, se bloquea, busca que lo que haga sea siempre al gusto del adulto y deja de ser él mismo. Por otro lado, los castigos, son fuente de bloqueos, de miedo, pero el niño no lo entiende.
Por ello desde Creyendo en la Infancia, fomentamos la consecuencia de los actos… El que sepan que si hacen algo mal, va a haber una consecuencia… Pero no un castigo, el castigo no esta relacionado con el acto que queremos corregir.
2. La importancia del ORDEN, los niños, al igual que los adultos, perciben el orden, la estética del lugar, la belleza, la limpieza… Y en la primera infancia más, ya que estamos en el Periodo Sensitivo del Orden por lo que se hace más presente y tenemos que cuidar este punto.
3. Como resultado de todos los principios anteriores aparece el silencio como resultado de la concentración en el trabajo que están realizando, el niño centra su atención en el material, en descubrir lo que tienen en las manos.
Al estar a gusto y amar el ambiente, este se convierte en su herramienta para descubrir el mundo, aparece la autodisciplina. Gracias a unos límites muy marcados, aunque pocos, dichos con pocas palabras y que puedan comprender aparece la Autodisciplina.
El último principio busca respetar el ritmo y responder a las necesidades de cada uno de los niños. Es lo que llamamos, hoy en día, Personalizar la Educación, responder a cada niño de un modo individual, singular… Porque cada uno es único e irrepetible.
Espero que estas pautas básicas os ayuden a comprender lo que necesite el niño y lo vayamos introduciendo en nuestras aulas.